¡Bienvenidos a nuestro blog, amantes de los autos! En el fascinante mundo de la tecnología automotriz, los sistemas híbridos han revolucionado la manera en que experimentamos la conducción. Hoy, exploraremos las diferencias cruciales entre dos conceptos aparentemente similares pero intrínsecamente distintos: Full Hybrid y Mild Hybrid.
Full Hybrid: Más Allá de lo Convencional
Cuando hablamos de Full Hybrid, nos referimos a una ingeniería que va más allá de lo convencional. Estos vehículos son capaces de funcionar tanto con el motor de combustión interna como con la propulsión eléctrica de forma independiente. En situaciones de baja velocidad o al ralentí, el sistema puede cambiar al modo eléctrico, reduciendo las emisiones y el consumo de combustible.
En resumen, un Full Hybrid ofrece una experiencia de manejo más eficiente al integrar la energía eléctrica y la tradicional de manera sinérgica. Esto no solo mejora la eficiencia del combustible sino que también reduce la huella de carbono, convirtiéndolo en una opción sostenible y avanzada.
Mild Hybrid: Potencia Asistida de Manera Sutil
Por otro lado, el Mild Hybrid toma una ruta diferente. A diferencia de su contraparte Full Hybrid, un Mild Hybrid no puede funcionar únicamente con energía eléctrica. En lugar de eso, el sistema eléctrico actúa como un asistente para el motor de combustión interna, proporcionando un impulso adicional en momentos de aceleración o al subir pendientes.
